SÉ EL CAMBIO QUE QUIERES VER EN EL MUNDO
- PronunciArte
- 30 ene 2024
- 17 Min. de lectura
Vivir Heroicamente por Chris Lowney
El liderazgo al estilo de los jesuitas

En esta ocasión les traemos “Vivir heroicamente” de Chris Lowney -autor de best sellers, jesuita y director ejecutivo de J.P.Morgan - quien nos propone una respuesta para que podamos alcanzar nuestra verdadera satisfacción.
Para esto, ya desde su sinopsis nos manifiesta una interrogante interesante: si la fama y la fortuna no son las respuestas para lograr la plena satisfacción del ser humano, entonces ¿qué es?
A lo largo de este post iremos indagando sobre sus valiosos aportes. Antes, recordemos que estos no son resúmenes sino más bien son fragmentos que consideramos de gran aporte para nuestro crecimiento personal y nuestro día a día.
El escritor en este libro toma su experiencia en los negocios y lo une a los ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, con el fin de aportarnos información que revele nuestro camino al propósito de nuestras vidas.

Antes de continuar, aclaremos quién fue Loyola: San Ignacio de Loyola fundó la Compañía de Jesús (los jesuitas) en el siglo XVI. A partir de él, Lowney transmite “los ejercicios espirituales” como una guía de estrategia, estos consisten en meditaciones sobre la vida y la misión de Jesucristo. Esto nos permite escoger nuestro propio camino.
¡Comencemos¡
Usted nació para cambiar el mundo
En un primer comienzo Lowney nos introduce a tres habilidades de especial importancia:
Formular un propósito que nos valga la pena para el resto de nuestras vidas
Tomemos decisiones sensatas sobre nuestra profesión y nuestras relaciones en este mundo de constante cambio e incertidumbre.
Debemos hacer que cada día sea importante y poner cuidadosa atención a nuestros pensamientos, acciones y resultados.

Estos consejos nos acercan a nuestra mejor versión, al igual que lo hizo Lowney debemos entender nuestras fortalezas y debilidades, tomar control de nuestra vida, elegir entre alternativas difíciles y a su vez implica que sepamos adaptarnos en la misma medida que las circunstancias lo requieran.
Situémonos en el primer consejo referido a nuestro propósito de vida.
En el libro se explica que:
“... la psicología moderna nos dice que los individuos sanos y felices también tienen un profundo sentido del propósito. Es decir, representan valores apreciados, se sienten conectados con otras personas y están al servicio de causas más nobles que ellos mismos y sus egos”
Más allá de que no poseamos estas cualidades, hay que trabajar en ellas para acercarnos a una mejora futura en relación a lo que deseamos ser o como deseemos vernos.
Sin embargo, abordemos la siguiente interrogante que nos propone:
¿cómo podemos conectar nuestras creencias más profundas con nuestro trabajo y nuestra casa?

Nuestro mayor reto será por tanto crear una estrategia de vida que sea espiritual y terrenal. ¿por qué? debido a que debemos tomar difíciles decisiones, adaptarnos al cambio, hacer bien las cosas; y ante todo encontrar paz y satisfacción como seres humanos.
Si conseguimos acercarnos a estas iniciativas lograremos mejorar al punto de que podamos ser una civilización como esboza Chris
“... llena de espíritu, que ama la vida, a los demás y al mundo”
A poco no suena bonito ¿verdad?
Toda estrategia requerirá práctica constante en nuestros días y a su vez unión para no sentir que estamos viviendo divididamente, optando por la familia o el trabajo.
Para ello, debemos encontrar un propósito
“... por el que valga la pena vivir, una visión por la cual vale la pena luchar y valores que vale la pena defender”

Y así con esto podamos dirigir nuestra propia vida desde la perspectiva o creencia que cada uno tenga. El libro se nutre de la tradición cristiana, pero podemos pensar a partir de nuestras propias tradiciones a medida que avanzamos.
Una frase que cita del budista tibetano Dalai Lama dice lo siguiente:
“... si buscas la iluminación para ti simplemente para enaltecerte y elevar tu posición, equivocas la intención; si buscas la iluminación para poder servir a los demás, tienes un propósito”.
Sirvamos a un propósito entonces, porque, así como el dicho de “todo vuelve”, aquello que demos en función del mismo volverá a nosotros multiplicado con creces.
Navegar por un mundo complejo y cambiante

Mientras leemos este fragmento, Lawney comenta que cuatro factores están ocurriendo y cambiando el paisaje donde vivimos y trabajamos.
Estos son: el cambio, el choque cultural, la escala de las cosas y la complejidad.
Todas estas no hacen más que acelerarse.
Joseph Schumpeter denominó destrucción creativa a el desplazamiento de tecnologías por unas nuevas que a menudo crean nuevos negocios, pero en ocasiones a expensas de otros por lo que se habló de destrucción y no de evolución o transición. Esto ocurrió por ejemplo con Kodak, en el momento en que llegó la cámara digital.
¿Qué me aporta esta definición?
La posibilidad de pensar que en cualquier aspecto simple de la vida debo reinventarme, incluso en nuestro trabajo, donde podemos preguntarnos
¿porque importo? ¿que hace que mi vida tenga sentido?
Es decir, en nuestro trabajo nos ofrecen dinero, pero no sentido, por lo que debemos encontrarlo.
¡A lo largo de esta lectura se nos acumularon preguntas incluso incómodas, aquí van algunas más!

¿Quién soy?
¿que estoy tratando de lograr en la vida?
¿Cómo debo comportarme y tratar a otras personas?
¿Qué valores son fundamentales en los negocios y en la vida familiar?
¿Por qué soy importante?
¿qué le da sentido a mi vida?
Por consiguiente ¿qué debemos hacer para contestar todas estas preguntas? traducir nuestra respuesta y llevarla a nuestra vida y desempeño. Para ello necesitamos una nueva propuesta para la tarea de vivir, ha aludido Lowney.
Necesitamos un camino guía, una estrategia para que como dice Chris
“... corremos el riesgo de que, nos despertemos un día, confrontemos las “preguntas fundamentales” de la vida y nos preguntemos por qué hemos vivido como hemos vivido”
A lo cual, lo ilustra perfectamente a través de Aristóteles cuando menciona

“...Si como arqueros, tenemos un objetivo al cual apuntar, tenemos más probabilidad de dar en el blanco”
con esto se refiere a la inquietud que implica una vida bien vivida y con propósito.
¿Dónde nos hallamos ahora?
Si hablamos en términos de gratitud podemos citar desde el libro a Isaac Newton

“... vivimos vidas más largas, más saludables y más prósperas porque estamos parados en los hombros de gigantes”
En la actualidad podemos disfrutar de cosas que en el pasado los ricos no podían comprar, podemos percibir que nuestra vida es más longeva que en tiempos pasados y tenemos más oportunidades que ellos, lo que es digno de que lo valoremos.
Hemos avanzado, ¿pero hacia donde nos dirigimos?
El autor nos propone una frase del siglo XXI del Rabino Meir que dice:
“¿Quién puede llamarse rico? Aquel quien su fortuna le produce paz interior”.
Esto se refiere a que si bien en comparación al pasado, estamos económicamente mejor, no lo estamos en absoluto.
Lawney advierte que todos andamos tras algo, más nunca lo alcanzamos del todo. Y en esta persecución en la que buscamos satisfacer nuestras insaciables pasiones hasta hemos arrasado con el planeta. Entonces, ¿qué estamos dejando? No sólo saciamos temporalmente nuestros inagotables apetitos, sino que dejamos como dice Chris
“... uno saqueado, cubierto de basura y endeudado en demasía. Aun así, no encontramos lo que deseamos ¿será que estamos buscando en el sitio equivocado?”.
Los buenos estrategas enfrentan los hechos

La estrategia que comenta el autor comienza por enfrentar los hechos que atañen a nuestra situación y al mundo.
Aunque se cree que la prosperidad y la riqueza son un medio para una vida más digna y realizada, Einstein describe más acertadamente esto a partir de sus frases “perfección de medios” y “confusión de fines”. ¿y esto por qué? La prosperidad debería estar a nuestro servicio, más en realidad somos esclavos de ella.
Nuestras semanas laborales son más largas, tenemos muchísimas preocupaciones y pese a que podamos acumular dinero, poder, objetos y estatus, nuestra estrategia no nos hace felices.
Con todo esto Lawney quiere decir que, aunque lo material nos parezca muchas veces un camino a la felicidad, realmente no lo es, todo lo contrario, llena una satisfacción temporal.
Y, por otro lado, rendir culto a ricos y famosos en vez de aquellos que mejoran la vida de los más necesitados tampoco amplía nuestra forma de pensar, en su lugar podríamos pensar como el observador a quien cita el autor
“... cuando lo piensas, si tu meta principal es ser feliz, vas a ser infeliz; pero si tu meta principal es amar, vas a ser feliz”
Esta estrategia es diferente por donde halla su foco, es decir, si queremos hallar la realización debemos buscarla “...sirviéndose de nosotros mismos y ocupándose de quienes nos rodean”.

Por lo tanto, ¡reflexionemos!
¿Cómo interpretamos el mundo que heredamos? ¿Estamos bien encaminados?
A veces parece que tenemos un papel pequeño entonces, ¿de qué manera ha ayudado usted a determinar nuestra cultura y dirigir nuestro mundo, para bien o para mal?
¿A dónde estás dispuesto a llevarnos?

Lawny relata la siguiente historia:
Cuenta la historia de un hombre que, al pasar por la playa, vio un niño que recogía estrellas de mar que la marea menguante había dejado encalladas y que suavemente volvió a ponerlas en el agua. “Oye muchacho”, le dijo. “Mira a tu alrededor. Debe haber miles de estrellas de mar encalladas en la playa. ¿Crees que vas a salvarlas a todas?”. “No”, le contestó el chico mientras recogía otra, “pero voy a salvar esta”.
En esta historia la fe en la misión es muy importante porque nos puede llenar de fuerzas para que enfrentemos los obstáculos y podamos así convertir nuestros sueños en realidad.
Se cita a la Madre Teresa, quien se ocupó de indigentes y moribundos en las calles de Calcuta y dijo
“No podemos hacer grandes cosas en esta tierra. Solo podemos hacer cosas pequeñas con mucho amor”
¿Por qué está usted aquí?

En este tramo de la lectura, hablaremos de Andrew, un hombre relatado en el libro quien expresó las exigencias encontradas entre su trabajo, familia, religión y comunidad, que lo desgarraban. Él hacía malabarismos entre una cosa y otra, hasta que se dio cuenta que ya no funcionaria.
Andrew buscar otras soluciones, vio que algunos cristianos llevan pulseras de QHJ, (¿“que haría Jesús?”) cuando deben tomar decisiones, pero no le sirvió por no saber qué haría él verdaderamente.
Para unificar estos aspectos de su vida pensó en un propósito de vida: Ser santo. Esto le llevó a una nueva manera de pensar y vivir; ordeno su vida alrededor de sus creencias espirituales y valores importantes. Se comporta de manera virtuosa, aunque nadie lo vea, tiene integridad.
Aquí se define en palabras de Lawrence Kushner la definición de santidad
“ser consciente de que se está en presencia de Dios”
Estar consciente, pero todo el tiempo, siempre.

¿Cómo logra Andrew unificar entonces?
Pues, todos esos aspectos que trato de unificar se dimensionan en una tarea aún más importante: ser santo encontrando la presencia de Dios en todo lo que hace.
El resultado es que su trabajo no lo distrae o desvía de su propósito, sino que es su camino a una mayor santidad ¿cómo? como un modo de desarrollar los talentos que Dios le dio y transformar el mundo en un lugar mejor.
Reflexiones:
¿De qué manera sentimos que nuestra vida está fraccionada o de qué manera la podemos integrar?
La integridad

La integridad no tiene precio dice en uno de los párrafos del libro Vivir Heroicamente, con esto se refiere a que y cito
“...los débiles venden sus valores cuando es conveniente u oportuno, mientras que las personas íntegras mantienen sus valores aun cuando es difícil o impopular hacerlo”
Cuando habla de valor se refiere a la fuerza de “ser fuerte” y por lo tanto una persona íntegra es una persona fuerte que fortalece a quienes le rodean. Por esto también podemos decir que son valientes.
Si decidimos sacrificar nuestra integridad lo que resulta al final del día cuando nos percibamos en nuestros espejos sería una persona diminuta.
Y tú, ¿te consideras íntegro?
La reverencia

Se nos aclara en el siguiente apartado que como bien dice el titulo Reverencia es más que un saludo, es una
“sensación o actitud de profundo respeto, amor y sobrecogimiento, como la que se siente por algo sagrado”
Se nos compara esta sensación profunda con sostener un recién nacido o la mano de un pariente moribundo, donde ambas se asemejan a esta misma.
Ahora, ¿cómo conectamos esta sensación o valor espiritual con labores llamadas mundanos*? (*perteneciente o relativo al mundo)
Para esto Lawney nos transmite un buen ejemplo.
En el vestíbulo de un hospital un señor llamado Charles Bynum, limpia todos los días hasta dejarlo brillante. Un día mientras trabajaba, oyó un visitante que decía a su marido que “los pisos del vestíbulo tenían un brillo que le permite a uno mirarse en ellos. Puedo verme la planta de los pies mientras los recorro y me recuerda a Cristo caminando sobre las aguas”. Charles fue felicitado y se sintió agradecido por tocar la vida de otros mientras hace brillar el piso.
Este ejemplo nos aporta desde el punto en que nosotros tendemos a pensar que nuestros empleos no aportan a otros, cuando “sólo, mediante su trabajo de brillar pisos Charles Bynum pudo liberar a alguien, por lo menos temporalmente, de la ansiedad y el estrés causados por una enfermedad propia o de un ser querido”
Ahora si todos hiciésemos lo mismo, es decir, hacer sentir a otros como si estuvieran caminando sobre el agua.
Bien, preguntémonos
¿Estamos reverenciando nuestro empleo? ¿o haciendo uso de esta sensación en algún aspecto de nuestro día a día?
La excelencia

En esta sección se nos ejemplifica con el relato de Duffy. un maestro de latín y religión quien recorría vagones en busca de afiches que animaran sus clases. Según sus estudiantes, enseñaba ideas complejas pero que hacían parecer simples. Tanto así que al llegar a la universidad notaron que les había enseñado material universitario a niños de catorce años y les había hecho parecer muy sencillo.
Duffy es el ejemplo a la excelencia por su destacada labor. que es hacer de sus clases algo emocionante.

“... la excelencia está en desarrollar y refinar esos talentos”
Los devotos de esta llamada excelencia desarrollan tanto su talento como el de otras personas. así como Duffy enseñaba temas universitarios y hacía sobresalir a los estudiantes. La palabra sobresalir en latín significa “surgir por encima de algo o sobreponerse”, esto significa que debemos sobreponernos -entiéndase como poner algo encima de otra cosa, ponernos excelencia encima- a nosotros mismos y a su vez, levantar a los que nos rodean, sacándoles el mayor partido a nuestro talentos y dones.
Duffy escribió un ensayo antes de morir donde decía:
“me veo a mí mismo como irradiando a Cristo hacia mis alumnos todo el tiempo… Esto lo hago mediante mi interés y mi amor y respeto por ellos… Lo hago siendo amable en mi trato con ellos… Pienso en Jesús y veo como viajaba con sus compañeros, estaba con ellos veinticuatro horas al día, y siempre tenía un efecto sobre ellos por la manera cómo los trataba”
Es una increíble reflexión ¿verdad?
También es una lección para que pongamos en práctica estos hechos a través de nuestras creencias y virtudes; en nuestros trabajos y con nuestras familias, que es en donde siempre estamos presentes.
INTEGRIDAD, REVERENCIA Y EXCELENCIA
Estos tres importantes segmentos que abordamos sobre la integridad, la reverencia y la excelencia podemos aplicarlas y llevarlas a nuestros días para que no sintamos que nuestra vida está dividida. Se trata de cómo vamos a vivir nuestra vida, a través de nuestras propias creencias y decidiendo cada uno de nosotros quién queremos ser.

No viviremos para siempre, por lo que deberíamos preguntarnos:
¿cómo voy a tratarme a mí mismo?
¿Cómo voy a actuar en mi trabajo?
¿Cómo voy a portarme con quienes se encuentren en mi camino?
Pues bien, estas preguntas podemos responderlas a través de los conceptos que vimos:
“... si usted se trata con integridad, pone en práctica la excelencia en el trabajo y trata con respeto a quienes se encuentra en el camino, sospecho que terminará por poner de manifiesto muchos otros valores que enorgullecerían tanto a Jesús como a Aristóteles”.
Como dijo Mahatma Gandhi:
“Sé el cambio que quieres ver en el mundo”
¿Que hace la diferencia?

A medida que fuimos dialogando acerca del concepto unificador que nos relata Chris Lowney nos fuimos acercando a su definición, ¿de qué concepto? del de estrategia que combina según el autor dos raíces griegas: stratos (ejército) y agein (dirigir), por lo tanto, estrategia se refiere a lo que alguien hacía para dirigir bien un ejército.
El ejemplo que se postula se refiere a un general que no puede dirigir bien el ejército si no desarrolla y comunica una misión, y podemos a su vez, compararlo con nosotros mismos. ¿de qué manera? nosotros tampoco vamos a poder dirigir bien nuestra vida si no tenemos un claro sentido de propósito, una buena mentalidad y un gran corazón.
Un santo que junto la cabeza y el corazón

Hagamos un inciso sobre Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús, sufrió una fractura por una bala de cañón enemigo que le dejó una protuberancia que luego de operado en el medioevo quedó cojeando el resto de su vida, sin embargo, en su biografía se encuentra llena de ensoñación que lo llevó a peregrinar a Tierra Santa.
Allí reforzó su convicción hacia su compromiso, fuerza que le ayudó en sus peores momentos. Luego forzado a irse de allí, se dedicó a estudiar para “ayudar a las almas” hasta llegar a las universidades de la Europa Medieval, donde se hizo amigo de Francisco Xavier y otros colegas que fueron después sacerdotes que fundaron en 1540 la compañía de Jesús, también conocida como jesuita.
En su transformación, Ignacio nos enseña a encontrar valor y compromiso a ser líderes de nuestra propia vida, ¿cómo nos enseña? A pesar de que le destrozaron su pierna y con ello sus aspiraciones Ignacio de Loyola se sobrepuso y busco el descubrimiento personal.
Loyola atravesó una crisis de identidad al sufrir su operación, sin embargo, nos enseña que “... el viaje hacia una nueva y fortalecida percepción de la propia identidad a menudo supone renunciar a algún sentido anterior de quien somos, de porque somos importantes y de qué trata nuestra vida”

En tus experiencias
¿Has atravesado una crisis de identidad?
¿Has dejado de ser la persona que creías ser?
¡Tengo buenas noticias! Para muchos la destrucción del sentido de identidad aporta para su resurrección personal.
Por lo que podemos salir airosos de la situación, ya que pese a las circunstancias en consecuencia estimulamos el paso a un nuevo y fortalecido sentido de identidad creado.
Se que tal vez surjan preguntas como:
¿qué puedo hacer si no he vivido una crisis?
Lo que ocurre en esa transformación se llama más bien conversión, se alude en el libro a su raíz latina que insinúa “vuelo” de un estilo de vida a otro.
Pero ¿esto responde a la pregunta inicial?
Si, puesto que podemos describirlo como hace Lawney
“... cualquier decisión de apartarse de adicciones o comportamientos destructivos, de exceso de indulgencia consigo mismo, de degeneración moral, desesperanza o temor, combinados con un vuelo hacia una vida más decidida, caracterizada por una visión más prometedora y optimista del futuro”.
¿Has logrado encajar en su descripción? Todos necesitamos un vuelo para tener éxito

Para que podamos ser más valientes y bondadosos tomemos en cuenta las tres acciones de Ignacio:
Tomarlo a pecho: Al realizar algo por nosotros mismos y enorgullecernos por ello logramos que la estrategia funcione. Lo tomamos a pecho, es decir como algo personal.
Olvidarnos de nosotros mismos: “no se trata de usted” menciona Lawney sobre Rick Warren, nuestro propósito debe ir más allá de nosotros mismos, dado que tomarlo como algo personal hará que nos involucremos profundamente en ello.
Acudir a nuestro Dios:
“... los más valientes de todos pueden ser todos aquellos que simplemente logran seguir adelante aun cuando no se sienten muy valientes ni en absoluto transformados”
Las fuerzas poderosas llámese como cada uno le pareciese mejor: Dios, divinidad, universo, poder superior, etc.; más allá de que en el libro se hable de Dios, cada lector puede modificarlo a sus gustos. Sin embargo, en algo en que todos podemos estar de acuerdo es que esa fuerza nos ayuda, aun cuando nosotros no lo estemos haciendo.

Muy pese a que en ocasiones nos sintamos llamados por un propósito. en ocasiones no podemos hacerlo solos ni tenemos que…
Ignacio de Loyola nos comunica que hablemos a Jesús - Dios, fuerza creadora, universo, cada uno con su tradición - como si fuese nuestro amigo, pidiendo por algo, culpándonos por algo, contando una preocupación o consejo, etc.
¿Por qué? es debido a que los grandes propósitos son espirituales y; en este mundo del que formamos parte tenemos un sentido mayor. Este sentido espiritual es por el cual encontramos los medios interiores para mantenernos comprometidos con nuestra causa.
En resumen, para hablar de propósito hay que tomárselo a pecho, olvidarnos de nosotros mismos y acudir a nuestro Dios.
En tu caso, ¿ donde o como encuentras el valor para seguir adelante incluso frente a retos difíciles o metas ambiciosas?
Como mencionan a un pastor del siglo XIX y dijo “Sé audaz y fuerzas poderosas vendrán en tu ayuda”
Haga elecciones importantes

Todos nosotros representamos valores que no tienen precio.
Lawney nos comparte una frase que dijeron una vez unos investigadores en Stanford “Built to Last: Conserve la esencia y estimule el progreso”. Esto quiere decir que ahora nos centraremos en tomar buenas elecciones en un mundo que cambia velozmente y al hacerlo como menciona del cardenal Newman “Vivir es cambiar, y ser perfectos es haber cambiado muchas veces”, sin embargo, alude Lawney que somos terriblemente ineptos para tomar decisiones.
Esto puede ocurrir debido a que algunos somos demasiado emocionales y tomamos decisiones irracionales, y otros, nos sentimos cómodos con lo tangible que podemos medir o contar: por lo que ignoramos nuestra voz interior. Sin embargo, debemos unificarlos, tanto a lo intangible -como los sentimientos, valores y creencias -junto con los hechos concretos.
y tú ¿confías en el arte de la toma de decisión?
Para la alta calidad de la toma de decisión el autor nos propone lo siguiente:
Hágase cargo de su vida: Nuestros deseos deben estar asociados a un análisis de: si quiero realmente (mis intereses), mis habilidades (talentos), el dinero u otras cosas para llevarlo a cabo (recursos), y si puedo comprometerme a ponerlo en práctica (circunstancias). Todo esto de lo que nos comenta el autor varía según la situación de cada uno de nosotros y está en constante cambio. Tengamos en cuenta también nuestros talentos, si no hacemos uso de ellos al tomarlos como decisivos los desperdiciamos, por lo tanto debemos hacer uso de ellos y aprovecharlos al máximo.
Retírese para avanzar: Así como tomamos decisiones instantáneas consecutivas en pos de la gratificación instantánea en algunos casos, debemos tomar algunas decisiones con un tiempo de reflexión desde una mirada más estratégica. En esa reflexión podemos llegar a necesitar un “retiro estratégico” orientado a que tengamos resultados finales mucho mejores.
Controle lo que se puede controlar: Controlar nuestra energía donde importa implica ser personas sanas y llevar esa concentración tanto a la energía como al esfuerzo donde podemos ejercer nuestra influencia y control. Tenemos opciones, claro está, podemos quejarnos sin parar o cumplir con nuestro propósito con nuestro esfuerzo, “... porque cada sucesiva fase de la vida trae nuevas circunstancias que cambian lo que está o no bajo nuestro control”.
Libérese: Desarrollemos la habilidad de desprendernos de la codicia, el orgullo, la vanidad y los vicios. De liberarnos del apego a las circunstancias que nosotros mismos creamos, una idea o un presente insatisfactorio. En su lugar tomemos la decisión de arriesgarnos a cambiar en pos de un futuro más agradable, el cual requiere que escojamos la mejor opción de vida, trabajo y relación, enfrentando en el proceso los apegos insanos. Ignacio es citado mencionando que “...nuestros apegos pueden ser como amantes ilícitos; tienen poder mientras se mantengan desapercibidos, pero una vez descubiertos, con frecuencia se acobardan y desaparecen”.
Reconozca el consuelo y la desolación: Pongamos atención a lo que sentimos en nuestro interior. Cuando el autor habla de consolación dice que “... trae consigo la confianza interior de llegar hasta el fin cuando uno ha escogido seguir adelante por un camino difícil o impopular (pero respetable)”. Por otro lado, a la desolación, Ignacio la define como “... la sensación opuesta de prolongada ansiedad mientras nos preparamos para tomar una decisión importante.”

Se puede reconocer como un indicativo de que estamos a punto de tomar una decisión poco prudente o de adquirir un compromiso inapropiado. Según Loyola, en este momento no se deben hacer cambios.
Para detectar si es consolación o desolación prestemos especial atención a las sensaciones que nos generarían personas o hechos imaginarios del futuro, sobreentendamos que en estas circunstancias debemos estar solos para reflexionarlas y confiar en nuestra voz interior porque según el autor las buenas decisiones involucran cabeza, corazón y espíritu unificados.
Consiga un amigo (verdadero): Busquemos compañeros prudentes, que en la toma de decisiones no interpongan sus prioridades y sentimientos, en su lugar, nos ayude a que podamos entrañar las nuestras. Ya que ellos pueden ver aquello que hemos pasado por alto y acompañarnos al enfrentarnos con verdades que podemos estar negando.
Vuelva a hacerlo… una y otra vez: Desde muchas perspectivas dijo Ignacio alguna vez debemos hacernos la misma pregunta, pero desde tres enfoques:
Consideremos los pros y contras para tomar decisiones.
Imaginemos que estamos aconsejando a una persona con el mismo dilema.
Imaginemos también, pero viendo esta situación desde nuestro lecho de muerte y que decisión habíamos tomado.
Viva en libertad

Loyola dice que las decisiones importantes se hallan en buenas condiciones cuando nos liberamos emocionalmente y tomamos medidas más legítimas.
¿de que nos tendriamos que liberar?
Chris Lawney alude a la liberacion del apego al dinero, poder, codicia, temor, alcohol, sexo, orgullo, prejuicio o cualquier otro que nos impida ser mejores.
Ser mejores también implica dejar de culpar a otros por nuestras acciones, si lo hacemos indica que:
No nos enfocamos en lo importante
Asumimos muchas tareas a la vez
No vigilamos como van las cosas
No somos responsables por nuestras acciones.
Para ser mejores es necesario a su vez, preocuparnos por el ahora, el presente; viviendo un día a la vez para que sea más manejable, si una tarea es grande puede que nos resulte más útil dividirla en pequeñas que cumplamos en el presente.
Conclusión

En la vida todos tenemos un significado mayor, eres único y tus actos inciden en el mundo
En uno de sus muchos apartados Chris Lawney menciona muy similar a lo que Robert Kiyosaki menciona en “niño rico, niño listo” que: “... los menos exitosos esperan pasivamente a que las cosas ocurran; los más exitosos hacen que las cosas ocurran”
Aprendimos que necesitamos retirarnos para avanzar, que necesitamos cuantificar nuestro tiempo, horario y recursos para reflexionar en nuestra vida; entendimos que hay factores que no podemos controlar y pese a ello obremos en pos de lo que sí tenemos control. en cambio, aunque en lo que tenemos control como los apegos podemos disminuirlos. También hablamos de sentimientos como la consolación y la desolación durante el proceso de toma de decisión.
Además añadimos a los buenos amigos que al entendernos hacen de mentores en nuestras decisiones y con ellos nos ayudan. Hacemos alusión a la liberación que nos permite ser mejores, además de tener en cuenta que todos vivimos circunstancias diferentes y en ello es que aportamos nuestros talentos y recursos para construir nuestro propósito.
Por consiguiente, para que nuestra estrategia tenga éxitos entendimos el poder transformador de la visión y el propósito; la capacidad de tomar buenas decisiones con sus diferentes opciones en un mundo cambiante; y la habilidad de hacer que cada día sea más importante.
En nuestro viaje terrenal podemos vivir pasivamente o vivir heroicamente
¡Vivamos heroicamente!
¡Gracias por leer! <3
Comments